De todo esto trata este post.
- ¿Alguna vez fijaste un objetivo de muy largo plazo y no lo cumpliste?
- ¿Cómo te hizo sentir?
- ¿Qué pasa cuando decidiste cambiar una meta anual a mitad de camino? ¿Fracasaste?
- ¿Deberías sentirte mal?
- ¿Tiene sentido ponerme objetivos a 5 años si sé que todo va a cambiar?
- ¿Cómo manejamos la imprevisibilidad del futuro?
La respuesta puede resumirse en 5 puntos:
# 1. Plantearnos Objetivos de Largo Plazo nos obliga a decidir quiénes somos.- Pensar a dónde queremos ir nos obliga a elegir un destino por sobre los demás.
- Para eso tenemos que imaginar distintos escenarios igualmente posibles y elegir entre todos ellos.
- En esas elecciones vamos formando nuestra personalidad: las opciones en el mundo son infinitas, y nuestras elecciones son una forma de ir especificando nuestro lugar en él.
- Aunque luego te tome más tiempo, cuando decides que para fin de año quieres tener una empresa funcionando estás decidiendo que eres una persona que emprende.
- La vida va a ser muy frustrante si esperás que todos tus objetivos se cumplan en tiempo, forma, color y textura.
- La verdadera función de los objetivos de largo plazo es ayudarnos a marcar el rumbo.
- Se trata de tener un rumbo con el cual tomar nuestras decisiones diarias y semanales.
- Como dicen Stephen Covey, Roger Merrill y Rebecca Merrill en su libro “Primero lo Primero”, se trata de tener una brújula, no un mapa perfecto.
- Sí, el futuro es imprevisible. Sería necio no afirmarlo.
- Pero eso no quiere decir que no podamos influenciarlo y ser como un timón en una tormenta.
- Puede ser que el océano nos la ponga más difícil, que nos desvíe un poco o nos obligue a retroceder unos pasos, pero eso no significa que debamos simplemente quedar a la deriva.
- Si nos ponemos objetivos y los revisamos semanalmente vamos a poder tomar decisiones que armonicen el contexto con nuestros sueños, incluso en medio de las tormentas de la vida.
- Sí lo hacemos durante el suficiente tiempo, vamos a encontrarnos con que la mayoría de nuestros planes se cumplen.
- Sí no pensamos en grande, cosas grandes no van a pasar, eso te digo.
Cada tanto, sin embargo, vemos un objetivo planteado y pensamos en cambiarlo. Puede ser bueno o malo. Y depende de lo siguiente.
- Va a ser bueno, cuando el cambio se origine en conocer mejor lo que queremos.
- Va ser malo si lo hacemos por miedo a no llegar, o porque el objetivo nos parece "muy difícil".
- Los objetivos, son una brújula que un mapa de la vida puede ser un sendero a través de lo desconocido.
- En cualquiera de los casos, no sientas que es malo cambiar tus objetivos.
- La vida es una aventura, y no existe buen libro de aventuras que no tenga una sorpresa, un obstáculo inesperado o un giro en los Eventos.
- Los objetivos de largo plazo casi nunca se cumplen a la perfección. No por eso hay que dejar de pensarlos.
- Uno tiene que permitir re-significarlos y en lugar de usarlos como una vara con la que medir vuestro valor o capacidad, usarlos como oportunidades para re-pensarnos en nuestra propias ideas.
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